quinta-feira, 3 de junho de 2010

I

En esta cueva hoy me acuesto
t'espero muerte inevitable
de manos frías y de gris aliento
en el rocío del amanecer aún oscuro

Amanecer del mayo
que de temperaturas dolorosas
en cubiertas blancas
asomo sufrido y padezco

¡Padezco!
porque ya no te puedo
tocar las manos frías con las mías calientes

¡Padezco!
porque la sonrisa torpe que se me vía
ahora ya no está